Monday, July 17, 2006

Yo me hago las mismas preguntas...!

Artículo publicado por Sara Pérez, en el Nacional.

A Julio Cury y otros con iguales preocupaciones

READING, PA.- En atención a su artículo publicado en El Nacional del pasado 12 de Julio, me permito hacer algunas consideraciones. República Dominicana es una democracia, aunque sea en parodia. No es una satrapía asiática, a pesar de que en parte funciona así y hay quienes propugnan por convertirla estrictamente en eso.
En consecuencia, lo que el Presidente hace, o deja de hacer, le incumbe a cualquiera. Sea quien sea el interesado o interesada, se supone que tiene garantías de su derecho a la crítica y si no las tiene, debe exigirlas.
No es "muchas veces", sino casi siempre, que son inmerecidos -y nunca gratuitos- los elogios a los mandatarios, porque vocación para la zalamería alquilada, no es lo que escasea. Trujillo y sus sucesores pueden testimoniarlo.
Si las libertades y privilegios que se salvaguardan para los jefes de Estado y sus adláteres preservaran libertades y privilegios al resto del país, ya habríamos dejado de ser una república bananera, plagada de precariedades, con derechos civiles tambaleantes y una inseguridad generalizada por la delincuencia común, aupada por el ejemplo y la impunidad de la delincuencia de cuello blanco.
Mi noción de lo que es excesivo no coincide con la suya. Y muchísimo menos la de lo que es "decoroso".La elevada dignidad que creo prioritaria es una que usted no reclama, la de un pueblo sistemáticamente despojado, mal administrado, estafado, embrutecido y burlado.
Desde luego que las críticas que usted hizo a Mejía no pueden comparase con las que yo hago a Fernández. Ni con las que yo hice a Mejía. Usted no tiene mis motivaciones. Y yo no tengo las suyas.
La palabra "tipo" tiene más de 10 acepciones en el diccionario. Elija usted la que prefiera. La honra se cuida con las actuaciones propias no con las palabras ajenas.
Es mentira que he hecho imputaciones personales contra nadie. La vida personal del Presidente, no me interesa. Es más, sólo con oírla mencionar bostezo de aburrimiento. Mis cuestionamientos son al Jefe de Estado, como cabeza de la administración pública y la gestión gubernamental por las que tiene que rendir cuentas.
¿Por qué no sabemos a cuánto ascienden los ingresos de nuestros cónsules? ¿Por qué nuestra tarifa consular es de las más caras del mundo? ¿Por qué tantas dificultades para sancionar el caso Baninter? ¿Por qué los jevitos que corrían en la calle cuando resultó muerto Eduardo David no han sido investigados apropiadamente? ¿Por qué se mantienen y aumentan las "botellas" en la nómina pública, muchas con salarios descomunales y que serán "pensionadas" al término de sus inexistentes o contraproducentes funciones, manteniéndose vitaliciamente como cargas para el Estado, a pesar de que, después de "ejercer" en la administración pública, lo que menos necesitan son pensiones? ¿Por qué los presupuestos de Educación y Salud son tan bajos? ¿Por qué son tan altos los gastos en publicidad presidencial? ¿Por qué se mantiene el grado a grado? ¿Cómo se adquiere la docilidad de un Congreso de la "oposición"? ¿Cómo se adquieren los políticos de las otras parcelas en medio de una campaña? ¿Qué del caso Peme? ¿Cómo surgió y se mantiene la mega "ONG" Fundeglobe? ¿En qué manos queda el índice positivo de crecimiento económico? ¿Por qué hay tantos generales? ¿Por qué no hay luz? ¿Por qué un país se ha vuelto tan caótico, que no tiene educación ni para respetar un semáforo? ¿Cómo exactamente es lo de ese pantanoso contrato del préstamo de 135 millones de dólares para comprar equipos a la Sun Land, acordando adquirir vehículos de precios astronómicos, sin que ni siquiera se especifique en los documentos qué marca, año o modelo son? No, no, no no. De esa forma no se puede. Es una afrenta, una burla descarada al país.
¿Apasionada? Sí. Más de lo que usted imagina. ¿Resentida? Depende. Si eso significa que tengo rencores personales por ambiciones insatisfechas, se equivoca. Tengo más de lo que necesito y mucho de lo que otros ambicionan, a mí me daría vergüenza tenerlo, o por lo menos tenerlo al precio con que lo han adquirido. Mis apetencias son relativamente básicas: Silencio. Un libro. Un vino. Un macho. Y eso no sólo lo tengo, sino que a veces me sobra.
Pero si "resentida" significa que resiento la injusticia, la impunidad, el engaño, la falta de transparencia, el atropello, el robo, la ineptitud, la vileza, la estupidez, la opinión comprada y el periodismo que anda por las mismas alcantarillas que ya mencioné, entonces sí, soy una resentida y una insatisfecha y una disgustada.
No dudo que el Presidente Fernández tenga toda la tolerancia que usted le atribuye. Debe necesitar mucha para no empalagarse con los corifeos.
Tampoco dudo de la indiferencia, simulada o real. Era la misma de Balaguer, que es el gran paradigma.
¿Quién dijo que yo esperaba la solución de todos los problemas en poco más de dos años? Mi escepticismo no me permite hacerme ilusiones ni sobre las bonanzas de la gloria celestial, menos sobre el rápido progreso de un infiernillo en el Trópico.
El argumento de que el anterior gobierno lo dejó todo en ruinas, está demasiado quemado. Eso fue lo primero que dijo Colón, cuando desembarcó en la playa en el 1492. Y no es que dude de esas ruinas, pero ¿se ha fijado que sólo afectan a la ciudadanía común y que nunca alcanzan a autoridades y funcionarios, que siempre prosperan misteriosamente en medio del infortunio de los demás?
La vehemencia es lo primero y quizás lo único que se necesita para defender la luminosa utopía llamada libertad de expresión, cuyos adversarios siempre insisten en "cuidarla" poniéndole anteojeras y mordazas.
No he desconsiderado, ni ofendido, ni degradado a nadie, al menos no de la forma, ni en la medida, ni con la grosería, con que se ha desconsiderado, ofendido y degradado a mi país y a mí, como parte de él.

Sin otro particular.

cleo264@yahoo.com